De esta forma terminábamos el pasado sábado 1 de Junio el taller del laberinto de la maternidad que hemos facilitado este año para la Asociación Pachamama Mérida en su segunda edición.
La frase elegida es conocida y hace alusión a la cartografía, sobre todo a la antigua, imaginando a esos hombres-porque eran hombres-dibujando mapas al detalle…pero al pisar aquellos territorios la cosa cambiaba, no todo era plano, ni tenía las mismas medidas, colores, texturas…hay cosas que no se pueden ver si no estamos sobre el terreno.
Pasa en la maternidad, como decía en el taller, pero también pasa en la vida. Nos hacen creer que nuestras vidas están estandarizadas y nada más lejos de eso.
Cada persona es única y exclusiva y llega al mundo en unas circunstancias y contexto igual de exclusivos, por lo tanto, lo que le vale a una, no le vale a otra.
La propuesta pues es encontrar el propio camino, la propia forma de hacer las cosas, las herramientas que nos sirvan a cada una de nosotras y desde ahí construir nuestro propio método.
Lo veo a diario en consulta y en los grupos. Los ejercicios, la teoría, las estadísticas, la formación…todo está muy bien en general, pero luego hay que ver cómo aplicarlo a cada persona específicamente. De ahí que las cuentas de psicología positiva no nos sirvan. Lo que se enfoca al grupo no sirve para una sola persona, al menos no de la forma en que ella lo necesita.
La mayoría de las personas van por la vida con un mapa que han ido componiendo según han ido creciendo. Tal y como me hayan sucedido las cosas habrá lugares a lo que no quiera volver y otros que esté encantada de volver a visitar una y otra vez.
Si hemos tenido la suerte y el privilegio de llegar a nuestra edad adulta sin muchos traumas (T) y lo hemos hecho sorteando traumitas (t), nuestro mapa será transitable. Evitaremos algunos rincones pero la mayoría del territorio será reconocible.
Pero, ¿Qué pasa cuando hay más rincones oscuros que territorio caminable?
¿Qué pasa cuando en mi infancia he sufrido maltrato, abusos, abandonos…?
En estos casos el mapa se vuelve oscuro, como si un bote de tinta hubiera caído sobre él y las zonas legibles se vuelven borrosas, no queremos entrar en esas zonas pantanosas y a veces no tenemos más remedio que hacerlo porque algo nos conecta con ese pasado.
De estos mapas oscuros he leído y visto mucho este mes…han llegado a mí y los he abrazado porque con ellos aprendo a comprender mejor a quienes tengo enfrente o al lado en consulta. Curiosamente la vida me va poniendo delante libros, series y películas que encajan unos con otras y que dan una visión mucho más amplia de cómo se comportan los adultos con la infancia y cómo la infancia se ve afectada y arrastra ese lastre hasta su propia adultez.
Si te interesa bichear y aprender sobre esos comportamientos te dejo aquí mis recomendaciones:
Libros: Bastarda. La malnacida. La ternera. Olor a hormiga.
Series: Eric
Películas: Sounds of freedom
También tienes disponible la grabación del taller del laberinto de la maternidad por si te interesa ver de qué mapas dispones para moverte por ella.
Semillas de Buentrato® 