Semillas al viento

Cuestión de privilegios

Llevo unos días reflexionando sobre privilegios y quién o quiénes los ejercen.

No es ninguna novedad que desde siempre los privilegios han sido la tierra de cultivo de las desigualdades, empezando por todo aquello que el patriarcado ejerce sobre nosotras como mujeres pero no sólo se quedan ahí, sino que van mucho más allá.

Dice la RAE que privilegio es: Exención de una obligación o ventaja exclusiva o especial que goza alguien por concesión de un superior o por determinada circunstancia propia. 

Analicemos esa frase punto a punto: Desde siempre los privilegios han sido territorio masculino y como tales estos señores que los llevaban a cabo estaban por encima del resto de los mortales, porque no se nos olvide que además de sexo y género también influyen la clase social y la racialización. Esto es que un señor blanco de clase alta está en la cima del mundo de los privilegios y de ahí para abajo todo el resto…imagina si eres mujer, racializada y estás dentro de una clase social baja (por ejemplo las castas de los intocables en India) ahí estás en el lodo de los privilegios.

Pero los privilegios no se quedan ahí. Se ejercen sólo porque pueden ejercerse.

Me vienen a la mente varios episodios donde se ven claramente: Una amiga me contaba el otro día el miedo que pasó en la calle frente a un hombre que se paró frente a ella y la miraba fijamente sin apartarse. El privilegio de saber que infundes miedo y ejercerlo es quizá de los peores. Qué fácil hubiera sido apartar la mirada, dejarla pasar y no hacer nada que la incomodara, pero no, decidió pararse según la veía avanzar, mirarla fijamente como si esperara algo de ella y dejó que fuera ella la que cambió de acera para reírse en su cara…

Otra amiga a la que despiden según anuncia su boda por estar en tiempo de ser madre y haber ya dos mujeres más siéndolo en el mismo departamento. Jefes que imponen equipos masculinos ejerciendo esos privilegios y dejan fuera a mujeres sólo por si quieren ser madres en el futuro.

Hoy despertamos con nuevos privilegios, y aunque me duela mucho decirlo, ejercidos por una mujer para beneficiar a un hombre, por supuesto blanco y por supuesto de clase superior a la mujer a la que fastidia.

Ok Diario

Tras leer esta noticia me quedo estupefacta…ahora resulta que si tienes un hijo en un pueblo cualquiera, te pueden quitar la custodia si su padre vive en una ciudad que la jueza o juez determinen de más prestigio…Así que suma a la España vaciada el hecho de que sus hijxs acabarán en ciudades si los jueces así lo determinan, por privilegiar una vez más a quien según ellxs más clase tiene.

Le recuerdo a esa jueza que separar a una criatura de su madre es mayor delito que el dejar que se críe libremente al aire libre en esa Galicia profunda del que quieren extraerlo.

Volvemos a reivindicar la formación en género en las instituciones que no ven cómo perjudican a lxs menores en favor de leyes y normas que se sacan de la manga.

Está claro que cuando unos padres se separan siempre pierden las criaturas, a las que les faltará unx u otrx, pero de ahí a determinar vivir en un sitio u otro dependiendo del caché del mismo y no atendiendo a las necesidades de la criatura, va un abismo.

Revisar los privilegios también forma parte del Buentrato y del paradigma de un nuevo modelo educativo y social que haga que se tenga en cuenta todo lo importante, no sólo el nivel o clase social de la persona que lo ejerce o se beneficia de ellos.

Parece que hemos avanzado algo cuando nos empiezan a poner zancadillas otra vez. Está claro que el patriarcado está esperando tras cada esquina, acechando para darnos en la cara cuando menos lo esperemos. No podemos despistarnos ni un poquito, así que vayamos preparando nuestras pancartas ahora que ya podemos salir a tomar las calles, tal y como hemos hecho este fin de semana en Madrid y donde ya se ha empezado a levantar la voz de las mujeres!