Semillas al viento

Preparadas para otro 8M

Ilustración: Lola Vendetta

Mañana volveremos a las calles…

Otro año más y parece mentira que tengamos que seguir reclamando derechos a estas alturas de la historia…pero parece que el patriarcado nos quiere segar los avances que vamos haciendo. Nosotras damos un paso y no empuja hacia atrás haciendo que perdamos medio, pero sin rendirnos jamás.

Saldremos a decir basta! a gritar que nuestros cuerpos ni se compran ni se venden, que las únicas de podemos decidir sobre ellos, somos nosotras! Que ser mujer no es un sentimiento, que no se nos puede meter en un cajón como a un número más sin tener en cuenta que somos más de la mitad de la humanidad.

Por todo ello nos sumamos al manifiesto feminista y recorreremos las calles hasta que nuestras voces sean escuchadas y tenidas en cuenta!

Como cada 8 de marzo, las mujeres deseamos que toda la ciudadanía se pregunte el porqué de esta efeméride, el porqué de la necesidad de seguir reivindicando mejores condiciones de vida para más de la mitad de la población, y sólo de esta forma conseguiremos alguna vez no tener que poner voz crítica a este día. Hasta que ese ansiado fin llegue, a nosotras, desde la Federación de Mujeres Progresistas, nos corresponde seguir haciendo visibles cuantas discriminaciones se produzcan y demandando cuantas medidas sean necesarias para acabar con ellas. 

El Día Internacional de las Mujeres nació con un carácter eminentemente obrero, y a pesar de que ha pasado a ser una jornada de reivindicación de derechos en todos los ámbitos ninguno de ellos podemos decir que está plenamente alcanzado. En cada rincón del planeta millones de mujeres salen a las calles para alzar su voz por una sociedad más igualitaria. En algunos, las mujeres demandan derechos tan básicos como acceder a la educación, al trabajo o la política y en otros hacer oír sus reivindicaciones por un modelo social más justo y democrático, que promueva políticas económicas igualitarias, empleo de calidad, lucha contra la pobreza, o el tan ansiado fin de la violencia de género. Se realizarán tantos 8 de marzo como sean necesarios hasta que ninguna mujer ni niña sea violentada o pague con su vida, como ha ocurrido en la reciente oleada de envenenamientos en centros educativos femeninos de Irán o las terribles consecuencias de la guerra que llevan padeciendo ya un año las mujeres ucranianas.  

En el contexto de crisis económica en el que nos encontramos, se hace más necesario que nunca pedir a todos los poderes públicos e institucionales una especial atención ante cuantas exclusiones, que precisamente por esta coyuntura, están sufriendo una vez más las mujeres. Se hace más necesario que nunca incrementar y mejorar las políticas activas de empleo, reducir la brecha salarial existente, dignificar el sector de los cuidados y adoptar políticas públicas de corresponsabilidad efectiva. La educación en igualdad es la única clave para lograr una cultura libre de violencias machistas, incluido el abolicionismo del sistema prostitucional y la explotación sexual y reproductiva de las mujeres. 

Estamos viviendo momentos donde los actos a favor de la igualdad se suceden a la misma velocidad que se propaga el machismo por múltiples vías, donde a pesar de las múltiples vulneraciones de los derechos de las mujeres en cualquier ámbito, los medios de comunicación cada vez tienen una mayor responsabilidad de sensibilizar a la opinión pública. Son momentos donde aquello que parecía haberse conquistado vuelve a correr peligro, sin embargo, el desánimo no puede ni debe contagiarse entre quienes llevamos años sumando esfuerzos para que no exista retroceso alguno.  

Ante las próximas citas electorales que nos depara este año, desde la FMP queremos dejar patente que la igualdad no se negocia, que la igualdad no es una moneda de cambio y que la igualdad entendida de manera transversal es la única de las soluciones posibles para cada una de las políticas que se ejecuten en nuestro país.                                         En este #8M y siempre, #NiUnPasoAtrás

Semillas al viento

Feminismo asintomático

No estoy haciendo un chiste. Nada más lejos de la realidad. Estoy haciendo una reflexión sobre lo que el 8 de Marzo significa para muchas mujeres y lo que veo en los talleres a diario.

Me encuentro con muchas mujeres que no se sienten identificadas con el feminismo cuando claramente veo que lo son. Mi pregunta entonces es, ¿por qué se niegan a etiquetarse como tales? ¿será que no identifican lo que es ser feminista?

La respuesta es clara: hay tal avalancha de información y desinformación sobre lo que es o deja de ser el feminismo que mujeres de todas las edades y condiciones sociales se desmarcan de lo escuchado en medios porque no comulgan con esto o aquello.

Lo último vivido en el taller de hace una semana era la pregunta de ¿qué es ser mujer? y ¿qué es ser feminista? Y no son preguntas desde el desconocimiento o la ignorancia, no, son preguntas de mujeres con estudios y trabajos bien remunerados que no acaban de entender (no lo entiendo ni yo) tanta división en etiquetas para una misma cosa.

Ante esto lo único que me sale decirles es que hay tantos feminismos como mujeres y que ser mujer es lo que cada una de ellas considere sobre sí misma.

Está claro que trabajamos sobre los estereotipos de género y el daño que nos han hecho, que visionamos documentales, películas y vídeos para desmontarlos y que sean capaces de entender las circunstancias que nos han traído hasta donde estamos.

Pero es muy difícil en un taller con quince-veinte mujeres, cada una de su padre y de su madre, dar una definición exacta de lo que significa ser mujer y ser feminista.

Nuestra herramienta más potente, la mirada compasiva, les hace entender que hasta llegar a hoy han pasado por muchas compuertas, algunas las traspasaron y otras muchas se fueron quedando en el camino. En ese camino tuvieron que aguantar imposiciones, dejar de lado sus deseos para satisfacer los de otros, fueron madres queriendo o sin quererlo, trabajaron fuera y dentro de casa sin ningún reconocimiento y ahora no saben dónde están ni por qué se forma tanto jaleo un día como hoy.

Respirar con ellas y mostrarles el camino conseguido pero también la cuesta que tenemos delante muchas de nosotras hasta alcanzar una equidad o igualdad real no es fácil, pero es nuestro cometido. Es la semilla de buentrato con la que trabajamos a diario.

Y la recompensa es que te den las gracias por acompañarlas en este camino que nosotras también hemos recorrido de manos de nuestras maestras.

El feminismo es asintomático porque cada una lo siente como puede. Poner etiquetas y límites para hacerte creer que eres feminista de primera o segunda regional no es sano ni bientratante.

Hoy podemos o no salir a las calles, podemos o no hacer huelga, podemos o no salir a los balcones, aplaudir, aporrear cacerolas o vivirlo y sentirlo como queramos, sin sentirnos culpables y sin que nos culpabilicen.

Si el feminismo, como decía Angela Davis, es la idea radical de que las mujeres somos personas, dejémonos ser. Que cada una elija donde situarse en sus espacios, qué la define o no, con qué o quiénes se identifica y con quién o quiénes no. Démosnos la libertad que tanto pedimos.

Hagamos que los síntomas sean sentirnos bien con nosotras mismas, disfrutar de cada etapa de la vida y escuchar nuestros deseos más profundos para poder llevarlos a cabo.

Vivamos!

Semillas al viento

8 Marzo

Hoy es un día señalado, 8 de Marzo, un día que sirve para poner de manifiesto todo aquello que nos queda por construir y por ganar.

Este año va a ser muy diferente a otros. No marcharemos juntas, no uniremos nuestras voces para gritar BASTA YA!, no nos miraremos a los ojos para sentir un mismo impulso…no al menos desde las calles, y no al menos desde Madrid, donde se han desconvocado todas las movilizaciones por seguridad, pero no por ello vamos a dejar de luchar!

En esta ocasión tenemos muchas mujeres de las que acordarnos, además de nosotras mismas. Mujeres que debido a la situación que vivimos han vuelto a estar en el centro de los cuidados familiares, incluso renunciando a sus trabajos para poder cuidar. Muchas de ellas han pasado el encierro con sus maltratadores. Otras se han visto perjudicadas en sus tratamientos médicos.

Seguimos siendo las más perjudicadas frente a las crisis, sigue sin haber conciliación laboral, equiparación salarial, presencia equitativa en puestos de responsabilidad.

Debemos pues seguir recorriendo este largo camino que otras empezaron hace muchos años para reivindicar un año más la falta de justicia en todo lo que nos atañe.

Hoy lo importante no es salir a las calles, podemos inundar también los balcones con pancartas, aplausos, caceroladas y gritos, pero lo importante y que depende de cada una de nosotras es seguir enfocando nuestros trabajos y acciones hacia esa equidad entre mujeres y hombres, hacia una igualdad real en derechos y deberes, de unas y otros.

Trabajar cada día con ese objetivo es lo que nos hace grandes.

Y no os confundáis, no somos menos feministas por pasar el aspirador, guisar, coser o cuidar de nuestrxs hijxs en exclusiva, somos feministas porque con todo eso además queremos una igualdad social tanto para nosotras como para nuestras hijas, queremos además conciliar con nuestras parejas, poder tener un trabajo con igual salario al de nuestros compañeros en igual circunstancias, que nos nos pregunten si vamos a casarnos y tener hijxs en las entrevistas, que nos den acceso a puestos de responsabilidad cuando los merecemos, que nos traten simplemente en equidad.

Nuestra propuesta es vernos a las 18:30h. en los balcones con lo que queráis salir: silbatos, tambores, cacerolas, palmas…o batucadas de fondo! lo importante es saber que seguimos unidas porque juntas somos más fuertes!

Por nuestras ancestras, hermanas, amigas, vecinas, compañeras. Hoy y siempre!