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Charla-taller: El laberinto de la maternidad

Comenzamos Octubre agendando un taller en colaboración con la Asociación Pachamama Mérida en el que hablaremos del laberinto de la maternidad.

Para ello plantearemos varias reflexiones a través de un sencillo ejercicio de escucha para entender cómo esos cambios que sobrevienen a la maternidad no los atravesamos solas, o al menos, no tan solas como creemos.

Ser madres nos convierte en otras personas, para ello dejamos atrás a las mujeres que fuimos y soñamos ser para ser las que somos, con nuestras luces y nuestras sombras. Eso nos mete en un laberinto que transitar y para salir de él airosas debemos enfrentar varios duelos y cerrarlos correctamente para abrirnos a la experiencia de seguir siendo en otro lugar.

Ser madres no significa estar todo el día felices ni tampoco sobrepasadas con las responsabilidades que ello conlleva. Querer cumplir con la expectativas y mandatos impuestos por la sociedad puede acarrear estrés, ansiedad, culpa, vergüenza…y también esto nos mete en un laberinto que a la vez que el anterior deberemos transitar y cerrar.

En este taller vamos a dar claves para salir de esos laberintos a través de hacer los duelos necesarios para ir cerrando etapas, pautas de autocuidado para que esa maternidad no sea una carga para todo aquello que dejamos en paréntesis hasta pasar la crianza. Es una invitación al buentrato y a conectar con nosotras mismas para no olvidarnos de que sin cuidarnos no podemos cuidar.

El taller se realizará de forma virtual, a través de la plataforma Zoom, el miércoles 26 de Octubre de 17-19:30h. Las inscripciones hay que hacerlas a través de la propia Asociación: asocpachamama@gmail.com o a través de Whatsapp 622 045 881

Semillas al viento

Incoherencias

Este verano he tenido una revelación. Nada nuevo por lo que echarse las manos a la cabeza sino todo lo contrario. Estaba entretenida viendo Instagram cuando empezaron a saltarme cuentas con denuncias por censura. Hasta aquí lo normal…pero esta vez me llamó especialmente la atención porque justo ese día acaba de visitar la Catedral de Burgos y encontrar esta maravilla.

Artísticamente no haré ningún comentario, salta a la vista que el pecho le sale del hombro pero eso pasa porque los escultores eran en su mayoría hombres sin conocimiento de anatomía. El caso es que cuando vi la obra pensé en la cantidad de fotos censuradas, miradas de censura y otras miserias que nos echan a las mujeres cuando públicamente damos de mamar, siendo lo más natural del mundo y habiéndolo sexualizado hasta el extremo. Culpa de la mojigatería que si tuviera más pensamiento crítico vería que el pecho de las mujeres aparece en la historia del arte desde los principios de la humanidad y no asusta a nadie más que a ellxs.

Las mujeres hemos sido y somos modelos para la humanidad, tanto en obras de arte como en moda, publicidad, etc. Lo malo es que esos mismos cánones de belleza que lucimos los impone, como no, el patriarcado. Enseñar tetas sí, pero en privado, en público mal! tápate cochina! Sólo son admisibles si se trata de pornografía, entonces barra libre!

El colmo ha venido cuando Instagram ha censurado, además de todo aquello que se parezca a un pezón, el famoso cuadro El origen del mundo de Gustave Courbet y se ha liado parda. Si no lo conoces te lo dejo aquí para que le eches un vistazo.

El caso es que una artista, Deborah de Robertis, ha decidido representar el cuadro al natural y claro, que te manden una foto de un pene erecto que no quieres ver bien, pero una vagina…¿estamos locas? ¿A quién se le ocurre exhibir una vagina? Sigamos pensando que no existen, porque lo que no se ve, no existe. Sigamos pensando que son feas, que huelen…sigamos haciendo la ola al patriarcado con todo lo que nos atañe personalmente. Pero recordemos: lo personal es político.

El mundo está lleno de incoherencias pero el desnudo femenino se lleva la palma. Abras la aplicación que abras te encontrarás miles de fotos de mujeres en todas las posturas y con la menor ropa posible. Cuentas que Instagram ni ninguna otra aplicación censuran. Pero no se te ocurra mostrar un desnudo artístico, dar de mamar en la calle o enseñar de refilón un pezón porque vas a la hoguera de cabeza hermana. Señores sin camiseta bien, señoras sin camiseta mal! Las tetas son tetas para ambos sexos, en el femenino crecen, se desarrollan y además sirven para alimentar a las criaturas, pero de ninguna manera eso es ofensivo, sólo lo es para las mentes sucias, si tienes una de esas agua y jabón.

Otra incoherencia que tiene que ver con los tiempos que vivimos y el arte es la paternidad. ¿Recuerdas alguna imagen de San José cuidando del niño Jesús? Pues las hay, poco conocidas, poco distribuidas, pero haberlas, haylas. Yo he encontrado una escultura junto a la virgen de la primera foto.

Viéndola pensé las veces que vemos a la Virgen en la posición de madre y cuidadora y las pocas veces que vemos esta imagen. ¿Coincidencia? no lo creo. Es más fácil mostrar el cuidado desde lo femenino que desde lo masculino dejando así sobre ellos una imagen de descuido de su prole. Lo dicho anteriormente, lo que no se ve, no existe. Y volvemos a los referentes y al patriarcado. Si sólo mostramos imágenes de mujeres criando y cuidando aprenderán que ese es su papel…

Menos mal que poco a poco hay más gente pensando bonito, trabajando el cuidado, el autocuidado y el buentrato en todas las esferas. Observemos la vida desde ese buentrato, abramos la mente a otra mirada más amorosa, aboguemos por lo natural, por lo respetuoso y dejemos vivir al resto con lo suyo, que ya es bastante.